Pequeño implante ocular podría revolucionar el tratamiento de la diabetes

ESTOCOLMO, Suecia — Un potencial nuevo tratamiento para la diabetes podría tener un cierto atractivo para los ojos del paciente. Científicos suecos han desarrollado un dispositivo microscópico que puede ser implantado en el ojo para el tratamiento de la diabetes y otras enfermedades que podrían beneficiarse de terapias basadas en células.

El innovador dispositivo impreso en 3D, capaz de encapsular células pancreáticas productoras de insulina y sensores electrónicos, fue desarrollado por un equipo del Instituto Real de Tecnología de KTH y el Instituto Karolinska. Esta colaboración permite la colocación precisa de miniórganos, como los islotes pancreáticos o los islotes de Langerhans, dentro del ojo sin necesidad de suturas. Este avance ofrece perspectivas emocionantes para los tratamientos basados en células, especialmente para abordar la diabetes tipo 1 o tipo 2, utilizando el ojo como plataforma.

Anna Herland, profesora senior en la División de Bionanotecnología de SciLifeLab en KTH y el centro de investigación AIMES en KTH y el Instituto Karolinska, explica que el ojo es un lugar ideal para esta tecnología porque carece de células inmunitarias que podrían reaccionar negativamente durante las etapas iniciales de la implantación. Su transparencia permite la observación visual y microscópica del comportamiento del implante con el tiempo.

«El ojo es nuestra única ventana al cuerpo y está privilegiado inmunológicamente», dice Herland en un comunicado de prensa.

El dispositivo en sí está diseñado en forma de cuña, con una longitud de alrededor de 240 micrómetros. Este diseño permite que la estructura se coloque de manera segura en la cámara anterior del ojo (CAE), en el ángulo entre el iris y la córnea. Este trabajo marca la primera fijación mecánica de un dispositivo en la cámara anterior del ojo.

«Diseñamos el dispositivo médico para sostener miniórganos vivos en una microjaula e introdujimos el uso de una técnica de puerta de solapa para evitar la necesidad de una fijación adicional», señala Wouter van der Wijngaart, profesor en la División de Micro y Nanosistemas de KTH.

En pruebas realizadas en ratones, el dispositivo microscópico demostró una notable estabilidad dentro de los organismos vivos durante varios meses. Los miniórganos dentro del dispositivo se integraron rápidamente con los vasos sanguíneos del animal huésped y funcionaron como se esperaba.

«La unidad actual es única y formará, entre otras cosas, la base de nuestro trabajo continuo para desarrollar un microsistema integrado para estudiar la función y supervivencia de los islotes de Langerhans en la cámara anterior del ojo», explica Per-Olof Berggren, profesor de endocrinología experimental en el Instituto Karolinska. «Esto también es de gran importancia translacional, ya que el trasplante de islotes de Langerhans a la cámara anterior del ojo en humanos está sujeto a ensayos clínicos en pacientes con diabetes».

Herland destaca que esta tecnología aborda un obstáculo crítico en el desarrollo de terapias celulares, incluyendo las destinadas a la diabetes: la necesidad de métodos invasivos para monitorear la función del injerto y guiar la atención para asegurar el éxito del trasplante a largo plazo.

«La nuestra es un primer paso hacia microdispositivos médicos avanzados que pueden localizar y monitorear la función de los injertos celulares», dice Herland.

El diseño del dispositivo garantiza que pueda posicionar miniórganos, como organoides e islotes de Langerhans, sin restringir el suministro de nutrientes a las células.

«Nuestro diseño permitirá la integración y el uso futuro de funciones de dispositivos más avanzados, como electrónica integrada o liberación de medicamentos», agrega Herland.

El estudio se publica en la revista Advanced Materials.

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