CHAPEL HILL, N. C. — Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte encontró que reducir el número de negocios que venden alcohol podría disminuir la tasa de homicidios en áreas residenciales urbanas.
Muchas ciudades de todo el país están considerando la implementación de nuevas regulaciones de zonificación para la venta y el consumo de alcohol, y la investigación muestra que esas decisiones podrían tener consecuencias de vida o muerte.
«Existe una epidemia continua de violencia en Baltimore, con años recientes batiendo récords en cuanto al número de homicidios», afirma la autora principal, la Dra. Pamela J. Trangenstein, y su equipo en un comunicado de prensa. «Este estudio sugiere que existe el potencial para prevenir delitos violentos mediante la reducción de la densidad de puntos de venta de alcohol en la ciudad de Baltimore».
La Dra. Trangenstein basó la investigación de su equipo en los posibles cambios en las leyes de zonificación que está proponiendo el gobierno de Baltimore. Utilizaron un modelo informático que combinaba las tasas de homicidios en Baltimore y datos de investigaciones previas sobre la relación entre los asesinatos y el alcohol. El modelo encontró que el 50% de todos los delitos violentos en la ciudad están directamente relacionados con el acceso al alcohol.
Utilizando estos datos, los investigadores analizaron tres posibles cambios en la política. El primer cambio reduciría todos los establecimientos de venta de alcohol en la ciudad en un 20%. Esto incluiría bares y tiendas de licores. La segunda propuesta cerraría las 80 tiendas de licores ubicadas en las áreas residenciales de Baltimore. La tercera opción cerraría una laguna en las leyes de la ciudad que permite que bares y tabernas operen como tiendas de licores. Los bares y tabernas en Baltimore pueden permanecer abiertos más tarde que las tiendas de licores, pero muchas personas utilizan estos establecimientos solo para comprar alcohol para su consumo posterior. A estos lugares se les llama «bares ficticios».
El modelo informático de los investigadores predijo que su primera propuesta, cerrar el 20% de todos los puntos de venta de alcohol en Baltimore, reduciría los homicidios en 51 asesinatos al año y ahorraría a la ciudad 63,7 millones de dólares. Estas cifras se obtuvieron después de tener en cuenta otras causas de homicidios como el nivel socioeconómico, la densidad de población y la frecuencia de arrestos por drogas.
El cierre de las tiendas de licores en áreas residenciales evitaría 22 homicidios al año, ahorrando 27,5 millones de dólares.
Finalmente, según el modelo informático, el cierre de los «bares ficticios» solo reduciría los homicidios en uno por año, ahorrando 1,2 millones de dólares.
Sin embargo, la primera y más efectiva opción podría ser políticamente imposible. Una reducción del 20% en los puntos de venta de alcohol cerraría suficientes establecimientos como para que la política probablemente sea etiquetada como «anti-negocios».
Los autores concluyeron, entonces, que la mejor opción sería cerrar las 80 tiendas de licores en áreas residenciales. Baltimore tiene más de 1,200 establecimientos con licencia para la venta de alcohol, por lo que esta propuesta cerraría solo uno de cada 15 en la ciudad. Según el modelo informático, esta propuesta salvaría 22 vidas anualmente.
El estudio se publica en el Journal of Studies on Alcohol and Drugs.