CIENTÍFICOS DE GLASSBORO, N.J. — Científicos de la Universidad Rowan han descubierto un vínculo preocupante entre un aditivo plástico común y trastornos del neurodesarrollo como el trastorno del espectro autista (TEA) y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Según el estudio, los niños con estos trastornos pueden tener dificultades para eliminar el bisfenol A (BPA) de sus cuerpos, lo que lleva a una exposición prolongada.
El BPA es un químico que se encuentra en muchos productos de plástico. Aunque se ha asociado con riesgos para la salud, el cuerpo normalmente lo procesa y elimina a través de un mecanismo en el hígado. Este proceso, conocido como glucuronidación, básicamente etiqueta el químico dañino con una molécula de azúcar, haciéndolo soluble en agua. Una vez que se vuelve soluble en agua, el cuerpo puede deshacerse fácilmente del químico a través de la orina.
Sin embargo, los investigadores de la Escuela de Medicina Osteopática Rowan-Virtua y la Escuela de Medicina de Nueva Jersey de la Universidad Rutgers en Newark descubrieron que un número significativo de niños con autismo o TDAH tienen una capacidad comprometida para llevar a cabo este proceso de desintoxicación. Los niños con autismo mostraron una eficiencia reducida en la eliminación del BPA de aproximadamente un 10%, mientras que aquellos con TDAH mostraron una disminución del 17% en comparación con los niños sin estos trastornos.
La capacidad comprometida para eliminar estos contaminantes ambientales del cuerpo es «la primera evidencia bioquímica sólida de cuál es la relación entre el BPA y el desarrollo del autismo o el TDAH», dice el autor principal del estudio, T. Peter Stein, profesor de cirugía de Rowan-Virtua, en un comunicado de la universidad. «Nos sorprendió encontrar que el TDAH muestra el mismo defecto en la desintoxicación del BPA».
Sin embargo, el misterio sigue sin resolverse: ¿ocurre esta mayor exposición al BPA mientras el niño aún está en el útero o después del nacimiento? No todos los niños con autismo o TDAH tienen este problema de eliminación del BPA. Sin embargo, como dice Stein, la fuerte correlación encontrada en este estudio de tamaño moderado indica que la capacidad comprometida para procesar el BPA es un factor significativo en el desarrollo de estos trastornos.
La investigación involucró medir la eficiencia de desintoxicación de tres grupos de niños de las clínicas de la Escuela de Medicina de Nueva Jersey de Rutgers: 66 niños con autismo, 46 con TDAH y un grupo de control de 37 niños sanos. Se necesitan estudios adicionales para descubrir más sobre la relación entre la exposición al BPA y estos trastornos del neurodesarrollo.
El estudio se publica en la revista PLoS ONE.
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