BOSTON — Un creciente número de médicos que tratan a adolescentes transgénero y de género diverso sienten un aumento en el temor por su propia seguridad y su capacidad para ofrecer atención especializada, según un nuevo estudio. Estas preocupaciones están aumentando a medida que la política divisoria y la legislación buscan prohibir tratamientos médicos destinados a ayudar a los jóvenes en su transición hacia el género con el que se identifican.
El estudio se centra en los endocrinólogos pediátricos, médicos especializados en trastornos relacionados con las hormonas en niños y adolescentes, como la diabetes o problemas de crecimiento. Además de estos servicios, algunos endocrinólogos pediátricos también ofrecen atención de afirmación de género, que incluye tratamientos médicos que ayudan a los adolescentes transgénero en su transición.
En los Estados Unidos, un 1,4 por ciento de los adolescentes de 13 a 17 años se identifican como transgénero, y muchos están buscando este tipo de asistencia médica, conocida como atención de afirmación de género. Importantes organizaciones médicas, como la Sociedad de Endocrinología, consideran que dicha atención es el tratamiento estándar para los jóvenes transgénero. La Sociedad afirma que la atención de afirmación de género ha demostrado mejorar los resultados de salud mental y reducir el riesgo de suicidio en los jóvenes transgénero.
«Sin embargo, se ha propuesto legislación que busca prohibir estos tratamientos de afirmación de género en 28 estados y se ha convertido en ley en 20 estados. Estas prohibiciones han dado lugar a una preocupante ola de desinformación, acoso en línea e incluso amenazas de bomba contra instalaciones médicas y médicos que ofrecen estos servicios, según un informe de la Campaña de Derechos Humanos.
«Nuestro estudio muestra que los endocrinólogos pediátricos en estados con prohibiciones de salud transgénero están más preocupados por las amenazas a su seguridad personal y el impacto de estas leyes en su práctica médica», dice la autora del estudio, la Dra. Stephanie A. Roberts, del Hospital de Niños de Boston y la Escuela de Medicina de Harvard, en un comunicado de prensa.
Los investigadores advierten además que estas prohibiciones podrían tener un efecto dominó, afectando el acceso a otros tratamientos pediátricos endocrinos críticos.
«El aumento en el número de prohibiciones de atención de afirmación de género en los Estados Unidos y el impacto negativo en los endocrinólogos pediátricos podría llevar a áreas del país sin acceso a atención pediátrica endocrina», dice Roberts. «Esto incluye el acceso al tratamiento de otros trastornos en los que tenemos experiencia además de la atención de afirmación de género, como la diabetes tipo 1 o la insuficiencia suprarrenal, ambos de los cuales pueden ser condiciones potencialmente mortales».
El estudio encuestó a 223 endocrinólogos pediátricos para evaluar cómo estas prohibiciones están afectando sus prácticas. Es importante destacar que el 56 por ciento de los encuestados ya estaban proporcionando atención de afirmación de género, mientras que el 46 por ciento practicaba en estados donde se propuso o promulgó legislación destinada a prohibir dicho cuidado entre enero de 2021 y junio de 2022.
Para los profesionales de la salud en estados con prohibiciones de salud transgénero, las preocupaciones son numerosas. Estas van desde presiones internas dentro de sus hospitales que podrían limitar su capacidad para brindar atención, hasta temores de repercusiones legales y amenazas a su seguridad personal y la de sus pacientes.
«Nuestro trabajo refuerza por qué se deben oponer los esfuerzos para limitar el acceso a la atención médicamente necesaria para los jóvenes transgénero», concluye Roberts.
El estudio recibió financiamiento del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver. Los hallazgos se publicaron en el Journal of the Endocrine Society.
El escritor de South West News Service, Stephen Beech, contribuyó a este informe.»