OSLO, Noruega — Un tratamiento popular de inyección salina utilizado para la tendinopatía calcificada, un dolor frecuente en el hombro debido a la acumulación de calcio en los tendones del manguito de los rotadores, podría no ser tan efectivo como se pensaba anteriormente. Investigadores internacionales concluyen que este tratamiento no ofrece ninguna ventaja significativa sobre un placebo.
Los pacientes con tendinopatía calcificada a menudo se someten a un lavado guiado por ultrasonido, un proceso en el cual se inyecta solución salina en los depósitos de calcio para disolverlos. Esto, a veces combinado con una inyección de esteroides, se creía que ofrecía alivio. Sin embargo, los científicos ahora sugieren que los beneficios de ambos procedimientos no son mejores que un tratamiento placebo.
Los investigadores afirman que estos hallazgos desafían el uso actual del lavado guiado por ultrasonido para la tendinopatía calcificada y exigen «una reconsideración crítica» de las pautas de tratamiento actuales.
Hasta este momento, la eficacia del lavado guiado por ultrasonido no se había probado contra un tratamiento ficticio o placebo. Como resultado, seguía siendo ambiguo si las mejoras percibidas se debían al tratamiento en sí, al proceso de curación natural del cuerpo o simplemente a un efecto placebo.
Para abordar esta incertidumbre, equipos de Noruega y Suecia lanzaron el primer ensayo controlado con placebo de este tipo, en el que participaron 218 adultos diagnosticados con tendinopatía calcificada en el hombro. Estos participantes, alrededor del 65 por ciento de los cuales eran mujeres, tenían síntomas persistentes durante al menos tres meses.
Al ingresar al ensayo, los participantes se sometieron a radiografías para determinar la extensión de sus depósitos de calcio y proporcionaron varios datos sobre su salud y estilo de vida. Luego, fueron divididos al azar en tres categorías de tratamiento distintas: lavado combinado con una inyección de esteroides, lavado ficticio con inyección de esteroides y solo ficticio. Después del tratamiento, a todos se les indicó que siguieran un régimen de ejercicios en casa.
Los investigadores supervisaron principalmente la intensidad del dolor y la discapacidad funcional en los participantes. A los cuatro meses, todos los grupos mostraron resultados casi idénticos en términos de dolor y funcionalidad. Incluso en pacientes cuyos depósitos de calcio se habían disuelto, los síntomas persistieron. Esta observación desafió la creencia arraigada de que eliminar la acumulación de calcio alivia los síntomas. Aunque los grupos que recibieron inyecciones de esteroides informaron alivio temporal dos y seis semanas después del tratamiento, el alivio no fue evidente después de cuatro meses, lo que hace que su efectividad sea comparable al grupo ficticio.
El estudio no está exento de limitaciones, como la falta de un grupo que no reciba ningún tratamiento para observar la progresión natural de la condición. Sin embargo, su diseño sólido permitió una evaluación exhaustiva del impacto clínico genuino del tratamiento.
«Nuestros resultados desafían las recomendaciones existentes para el tratamiento de la tendinopatía calcificada y pueden requerir una reconsideración crítica de los conceptos de tratamiento establecidos para estos pacientes», señalan los autores del estudio en un comunicado de prensa.
Expertos de Estados Unidos también comentaron sobre los hallazgos, sugiriendo que si bien los resultados indican que el tratamiento puede estar siendo utilizado en exceso y ser menos efectivo de lo que se pensaba anteriormente, podría ser demasiado pronto para descartar completamente el tratamiento.
Los investigadores dicen que futuras investigaciones deberían explorar tratamientos alternativos, como programas de fisioterapia especializada, y posiblemente incluir un grupo sin tratamiento para comprender realmente la progresión natural de la tendinopatía calcificada.
El estudio se publica en la revista The BMJ.